Por: @carlosnareaf
Justo cuando
empezábamos a ilusionarnos con mejores días, viene el Deportivo Quito y nos
hace aterrizar. El partido de ayer fue una muestra de que podemos, pero nos
falta aún para estar de nuevo entre los de arriba.
Los partidos con
los “chullas” son por tradición los más peleados que tenemos. Posiblemente
incluso más que con Liga de Quito o Barcelona. No por nada la diferencia entre
ambos equipos es tan pequeña de 182 partidos jugados, 61 son triunfo de
Deportivo Quito y 62 para El Nacional. Y eso se reflejó ayer, en la cancha del
Atahualpa.
El Quito jugó a
no perder, es verdad. Jugó de contra. Pero también desnudó que nos falta más
seguridad en defensa y sobre todo, mejores ideas en el ataque. Para el segundo
tiempo Insúa puso todo lo que debería poner. Todo lo mejor que tenemos al
momento, tal vez con la excepción de Samaniego, de quien no sabemos mucho, si
sigue lesionado, con ganas de jugar o qué Saritama
aprovechó esos balones largos que tanto daño nos han hecho durante el año, esa
falta de seguridad que tantas veces nos ha pasado factura. Puso el 1 a 0 y de
ahí a vivir de la regalías. Protegerse bien atrás, no dar espacios para un
toque claro, sino formar una muralla que deje sin opciones a Lara, Méndez,
Preciado y compañía.
Puede que ayer
nuestros mejores hombres no hayan lucido como en otros partidos, pero en gran
parte se debió a que los “chullas” literalmente bloquearon todo el campo. No
parecía un partido 11 contra 11, sino 11 frente a 22.
Con todo, la
falta de soluciones en el ataque fue evidente. Si no llegamos con Lara, si
Méndez no logra un buen pase en profundidad, si Preciado no hace una pared, nos
quedamos en nada. Poco aporte Palacios por la banda. El juvenil Segovia tampoco
pudo por su lado. Pavón, borrado. Para el segundo tiempo se intentó con Aníbal
Chalá por la izquierda, y mejoramos algo. Luego Villalba, pero todo resultó
inútil.
Al final
perdimos, porque jugamos más que el Quito pero ellos hicieron el gol y nosotros
no. Y este deporte se trata de hacer goles. De nada sirve tener la pelota,
jugar mejor, lucirse con un pase o una jugada individual si al final no se
hacen goles.
Es evidente que
Preciado o Álvarez solos arriba no alcanza. Puede ser así de visita o en alguna
ocasión esporádica, pero en partidos como el de ayer, se necesitan más juego en
conjunto y no llaneros solitarios solos frente a todos los malos. El problema parece
ser que en el módulo actual, nos falta tener juveniles desequilibrantes en
puestos claves. No sé qué pasó con Bagui los últimos partidos, que no ha sido
considerado. Pero definitivamente, tenemos una cantera respetable pero no
alcanza de momento. Jugar todo un primer tiempo con uno de ellos nos resta. El
3-5-2 que sería lo ideal para el DT requiere que hagamos cambios.
Lo bueno, como
siempre, es que el fútbol da revanchas y el próximo partido frente al Mushuc
del inefable Sixto Vizuete puede ser que levante los ánimos de la hinchada y
del equipo, que seguramente con el resultado de ayer no están felices, ni los
unos ni los otros.
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